En 1990 , la guerra de Yugoslavia sacudió el mundo de Ljubica, entrando en una profunda depresión, por sentirse incapaz de gestionar el dolor , por volver a revivir épocas difíciles que tuvo suerte de superar de joven durante la II Guerra Mundial, por sentirse inútil frente al nuevo horror , sentirse lejos ,y convulsa con muchos sentimientos imposibles de apaciguar, solo la pintura la mantuvo cuerda , en ella se manifiesta los desplazados que huyen campo a traves dejando sus casas incendiadas, no remontó nunca , no hubo tiempo ni motivos para recuperarse, la enfermedad de Jorge aceleró la suya también , dejando el mundo en 1998.
La desaparición de los viejos tiene un motivo doloroso, Ljubica buscaba imaginarse con su marido Jorge apaciblemente sentados en un jardín con el pensamiento sereno de una pareja vieja y sólida.Una utopía imposible de vivir, Jorge enfermó y todo se precipitó , ya no hubo razón ni esperanza de vivir , antes de borrarlo me dio tiempo de fotografiarlo con rabia por todo lo que estaba a punto de desaparecer, la imagen de este paisaje donde aun perdura la cabeza de Jorge me reclama su memoria .