Damos por hecho que las piezas del puzle siempre encajan unas con otras componiendo una totalidad homogénea, como una familia, pero la vida no es así, somos partes de un puzle cuya imagen completa no existe y nos toca inventarla, en ese intento a veces logramos encajar algunas piezas y la mayoría nunca se logra, aun así, nuestra necesidad nos capacita para crear vínculos y construir memorias
En un mar flotando como escombros de un naufragio las fotografías de nuestros antepasados se tiñen de desamparo.
Únicamente salvando las escasas imágenes cuyos rasgos siguen visibles, afortunadas supervivientes, logramos recuperar y reinventar un significado que nos permita reconstruir una memoria sin raíces.
Una imagen es por esencia una multiplicidad de tiempos y una forma que se actualiza como un transportador de las películas de ciencia ficción, logrando traspasar el espacio y el tiempo desde un pasado recien tocado de la imagen de mi bisabuelo cuya copia revisita y acaricia mi abuela para ser nuevamente observada por mi madre y descubierta en mis manos que escudriñan incluso rascan su superficie , con el deseo secreto y goloso de convertirlo en un testimonio inmortal para las nuevas generaciones que irremediablemente van perdiendo los eslabones de nuestra cadena familiar.