mamá ha muerto esta mañana de septiembre me acerco con mis hermanos está en la cama quiero tocar ese silencio me lo impide el vaivén de los sanitarios pienso en que tiene frío un gesto inútil taparle los pies desnudos le toco la cara de manera suave asustadiza está fría seca gris no me atrevo a besarla solo en la frente otra vez ese tacto seco duro me desconecto escucho los pormenores burocráticos soy la única en atender mis hermanos callan se duelen de noche en casa me siento en la cocina envuelta en un silencio pegajoso mis manos me miran sin entender de golpe un punzón me perfora el ombligo me dobla desorienta y aúllo por el desconcierto mi saliva ácida lúcida escupe un llanto mis ojos se inundan de lágrimas gordas calientes y mudas y veo una imagen de mi dolor y siento un desgarro y ese cordón umbilical flota solo
y comprendo.
Del baúl a la maleta
de la maleta a una caja de cartón
la tela perdura mientras la vida es otra
su vestido o lo que queda de él fue de seda y raso
de talla exquisita color perla o quizás champán
el paso del tiempo invita a soltar lastre
a pesar de ello aún lo conservo