¿Quién era Ljubica Lukenic Hajduka?

¿ quién fue esa artista cuyas pinturas enlazaban lo naif con lo surrealista  , con un universo repleto de ingenua frescura y criaturas de ensueño?

Una mujer singular , mujer sensible , imán para los niños, los vulnerables, las almas rotas y los animales.

Grandes dosis de generosidad sin pretensiones ni condiciones.

Su carrera artística se va formando en una época y entorno convulso de entreguerras. Dos maestros son  los que moldean su estilo  ; el escultor Miroslav Vertasnik, de la academia de escultura y Krsto Hegedusic creador del movimiento tierra y uno de los pioneros del arte naif yugoslavo profesor de artes plásticas en la academia del taller de pintores.

Bajo estos referentes Ljubica da sus primeros pasos en el mundo del arte , siempre con su espíritu rebelde y poco disciplinario para seguir las normas, buscando su propio estilo .

Sus primeros bocetos figurativos empiezan a fusionarse  alimentando su creatividad con los trabajos  de Modigliani, Matisse, Chagall, Picasso  y colores de los impresionistas franceses.

Persistía en su figurativo, aunque lírico planteamiento del arte  evitando  la pura abstracción   regocijándose  en las posibilidades del color  con un  repertorio temático  limitado  basado  en la imaginería  arraigada de su país natal utilizando  temas simples frecuentemente infantiloides con la intención  de dejar aflorar una realidad espiritual que se halla debajo de la mundana realidad de todos los días .

Figuras mundanas y objetos se convierten en elementos de fantasía ,su modo de pintura poética tenía mucho que ver con su herencia y educación.

El  arte de Ljubica es el resultado de una forma de autobiografía lírica que evoca su herencia eslava con llamativa yuxtaposición de colores pronunciados y una imaginería presentada en forma naif.

Trasladar al lienzo las sensaciones atmosféricas más inmateriales , pintar la belleza del aire nada más , parte de la técnica impresionista la utiliza para captar las diferentes tonalidades de luz , para plasmar esas impresiones efímeras de los fenómenos atmosféricos, viento que mece los trigales,desorden de flores silvestres.

Los colores sin embargo no los diluye es generosa con la espátula prefiere capas gruesas que más tarde serán raspadas hasta lograr la textura que busca.

Sus colores son vivos desde el inicio, se superponen una y otra y otra hasta lograr con las mezclas unos colores difíciles de imitar. Hay detalle pero no precisión, son manchas sin dibujo, logrando un conjunto dinámico , ese campo que una vez vívido en sus ojos, lo reproduce tal como lo sintió, para quedar inmortalizado en el lienzo

 y así revivirlo sin descanso.