Cuando miro estas pinturas de niñas sentadas en sillitas de mimbre , recuerdo mi infancia. Ljubica aprovechaba cualquier descuido para sentarnos y posar quietecitas.
Fue un tema recurrente durante toda su vida .
Los artistas parecen descuidados, despilfarro de materiales ,bocetos inacabados,lienzos abandonados a su suerte,pinturas secándose en las paletas ..... quien no esté familiarizado con ese caos les criticará severamente por ese desorden , lejos de preocuparles las obsesiones enfermizas del hombre ordenado, como hormiguitas mantienen su rutina, aprovechando como ellas todo lo que tienen, y sobre todo lo viejo, lo usado ,para reconstruir nuevamente .Así trabajaba Ljubica , siempre buscando entre sus viejos lienzos nuevas imágenes de las que fui testigo en algunas y por eso conservé fotografías de la transformación . Es interesante conocer el antes y el después de cada obra , de esa transmutación o incluso cambio radical que en algunos quiso realizar aunque siempre quedando una huella perceptible para los que fuimos testigo de esa transición.