Intervju na Radio Rojcu uoči otvorenja moje izložbe i predstavljanja knjige "No me Olvidas" 05.09.2024.

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La persistencia de la memoria (No me olvidas)

No hay nada más importante para conservar el recuerdo de una persona querida que hablar de ella, evocarla y transmitir su historia a las generaciones que vienen detrás. Por eso, la memoria es algo difícil de definir, pero que siempre perdura.

Y Sonja utiliza este recurso a través de dos elementos fundamentales a la hora de construir historias: palabra e imagen

Con palabras compone un puzle cuyas piezas son los retazos de la vida en su país de origen, desde aquella foto que la abuela Rosa guardaba en su dormitorio hasta la llegada a un país extraño pero acogedor. Aquí se inserta la vida de Violeta, la protagonista de esta obra que tengo entre mis manos.

Las metáforas, los ecos del realismo mágico son las piezas de una carta para su hija, una carta en la que se habla de la familia, de anécdotas, sentimientos para que ella componga su propio rompecabezas pues “nada es realmente completo y duradero".

A las palabras acompañan las imágenes de tres tipos: las fotos más queridas procedentes del álbum familiar, los montajes que realiza Sonja para ilustrar el retrato de su madre y los cuadros de esa mujer artista cuya trayectoria evoca. Y es que Violeta, esposa, madre y amiga de sus amigas- tal y como hemos podido leer en los testimonios- era una pintora insatisfecha que corregía sistemáticamente sus composiciones a base de capas de color y trabajo con espátula. El resultado sorprende, desde la Chica azul de la década de los 60 al estilo más evolucionado de los Viejos de 1994, que no olvida, sin embargo, la frescura y la espontaneidad.

Con el buen hacer artístico y literario de Sonja, se presenta ante nuestros ojos Violeta, a quien gustaba hablar bien, sin insultos ni estridencias, que amaba la música, la cocina y la jardinería pero que cuando pintaba era realmente como los detectives de las novelas de Agatha Christie que tanto admiraba. Investigaba colores, texturas, formas y técnicas para producir obras intimistas y delicadas que invitan a la reflexión.

Sonja no olvida la lección de su madre. Está acostumbrada a pensar "en círculos". Es pausada, seria, medita detenidamente cuanto hace, pero también es consciente de la empatía de las historias que cuenta y observa el impacto que causan en el público la casa de los ducados de oro, el pez volador o tener mirlos como mascotas en casa. Es capaz de transmitir ese deseo de añoranza, de camino a la perfección a través del arte- para Violeta la pintura, para ella, fotografía, collage -y la plasmación de la presencia y los silencios de una madre que ha llenado su corazón de recuerdos.

Así consigue que la memoria persista y que los nombres de las personas queridas, gracias a su trabajo, no se borren de la historia

Maite Fernandez Madrid